Hace muchos, muchos, muchos años los Dioses del Olimpo se aburrían y decidieron crear al ser humano. Crearon un ser excepcional, físicamente tenían dos cabezas, cuatro piernas, cuatro brazos; pese a su dualidad su espiritualidad era pura, completa y lo más importante feliz.
Los antiguos Dioses eran caprichosos, abusivos y mezquinos, al ver que el nuevo ser creado no les proporcionaba el entretenimiento deseado decidieron hacer de cada uno dos y separarlos situándolos en extremos opuestos del planeta... Y ASÍ EMPEZO TODO
A mi personalmente me costo encontrar a mí alma gemela veinticinco años, tres meses, siete días y tres horas y claro reconocerlo tan solo verle aparecer en la Plaza de Chueca, a partir de ese momento todo vino rodado como si por inercia nos hubiéramos dejado llevar y cuando abrimos los ojos, nuestros corazones palpitan al mismo ritmo que en el primer momento que nos vimos.
Tan solo tres meses me han enseñado a ver que los Príncipes existen, los flechazos son reales y dejar la vida de soltero es casi tan difícil como besar una rana y ….
Y os diréis este chico no se clara, no pensaba que el amor era lo más?¿
No os reprocho ese planteamiento, pero cuando uno esta veinticinco años, tres meses, siete días y tres horas dedicándose a uno mismo,darse a la vida de pareja cuesta, uno adquiere hábitos, costumbres, rutinas, manías y más leyes para si mismo que la constitución.
De repente te ves con un novio, mil dudas y tiempo. A lo de tener novio se le coge gusto rápido las cenas, el romanticismo, el buen y exclusivo sexo … Las dudas se subsanan solas según nace la confianza y las ganas de estar juntos. Y el tiempo anuncia un futuro ta maravilloso que en ocasiones se me hace un nudo en estomago por no acabar de creerme que estar en el cielo sin morir es posible.
Tu no eres mi Mar, eres mi mundo, Te Quiero.